Cuando se llevaron a nuestros 8 compañeros desde la Villa Grimaldi, aquel verano del 75, Julio y los otros compañeros que habían quedado allí, esperaban en cualquier momento verlos aparecer de nuevo en las casas chile, cajones de madera de dos por dos donde hacinaba a los presos políticos la dictadura de Pinochet en aquel periodo negro.
Yo y otros compañeros del mismo grupo de detenidos del Regimiento Maipo, esperábamos lo mismo en la cárcel de Valparaíso, donde nos había dejado la DINA.
Ni ellos ni nosotros esperábamos que desaparecieran como tampoco esperas que desaparezca el que va caminando y luchando a tu lado, aunque ya sabíamos que era la «solución final » de la dictadura para infundir terror en los que luchaban contra ella, ya el año 74 había hecho desaparecer a Mario Calderón, a Carlos Gajardo Wolf, a Jactong Juantok, a Antonio llido, entre otros miristas de Valparaíso.
Pocos años después al salir de las cárceles, conscientes ya de que la dictadura no los devolvería con vida, hicimos huelga de hambre por ellos en la parroquia de viña y nos acercamos un poco más a sus familiares.
Nos hicimos cargo del » control de daños» viviendo con los hijos de nuestro compañero Abel y reubicándolos luego en familias que pudieran protegerlos y criarlos mientras retomábamos la primera fila de la lucha antidictatorial y volvíamos a la clandestinidad el año 80 cuando arreciaba la represión dictatorial hacia los sobrevivientes del MIR.
Los compañeros y amigos nunca volvieron, fueron ensacados y lanzados al mar o al volcán mas recóndito, para intentar borrarlos y para dejar palpable en la memoria de los trabajadores chilenos que la vida no es justa y que hay que sobrevivir cabecita gacha y sin luchar contra las aberraciones del capitalismo, cosa que hasta hoy se ve que fue lo único que aprendieron de aquel periodo heroico.
Si los trabajadores chilenos de aquel entonces hubieran mirado un poco más lejos y un poco más profundo , se hubieran ahorrado 40 años bajo la bota del rico de turno que quiere tenerlos viviendo con lo mínimo en una rancha , mientras el acumula riqueza en su palacete en la dehesa, se hubieran ahorrado que el rico de turno les sacara una tajada cada vez mayor al sueldo de todos en las cotizaciones de afp e isapres, mintiéndote que es para cubrir tu salud y tu vejez , mientras en realidad es otro de sus negociados millonarios en que ordeña a los chilenos como ganado.
Se hubieran ahorrado de ver a sus antiguos líderes socialistas como el ladrón Lagos, convertirse en delincuentes económicos, vendiendo al mejor postor todo lo que era del estado chileno y que no había vendido ya la dictadura (tu agua, tu luz, tu gas, tu basura, etc.) ò metiendo a sus hijos y sobrinos en toda licitación trucha de construcción de carreteras en Chile que les permita sacarle la tajada del león al papa fisco y convertirse en otros nuevos ricos del régimen.
Se hubieran ahorrado de ver a la delincuente Bachelet, la misma que vieron nuestros 8 compañeros sufrir con ellos como una víctima más de la dictadura en la villa Grimaldi aquel 75 fatídico, , convertirse hoy en continuadora de la dictadura, de sus robos y de sus políticas económicas y sobretodo de su método de corromper la política convirtiéndose en presidenta , diputado o cenador de chile , con el viejo método de lograr » aportes» del empresariado chileno y norteamericano, aportes que les devuelven estos mismos » electos «con creces permitiéndoles los negociados más escandalosos que ha vivido chile , no solo en estos 40 años sino en todo su historia antidemocrática.
Se hubieran ahorrado de ver como la » combatiente» Bachelet se convertía en » Bachelet S.A. » también a través de sus inescrupulosos hijos y familiares que han puesto ruedas al país en otras licitaciones truchas , siguiendo el modelo materno y de los » tíos» de la concertación que han convertido la política de» subsidiar «a los pobres en un negocio personal suculento .
Se hubieran ahorrado también de sufrir un transantiago en su «vía crucis» diario al trabajo, en un sistema de transporte que es un monumento a la estupidez , destruyendo poco a poco el metro creado por salvador allende, al sobreexigirle sin la mantención adecuada, duplicando el número de pasajeros y forzando las fallas por agotamiento de los carros y sistemas de energía y ventilación , hasta que se justifique privatizarlo completamente y a » precio vil» como acostumbra a hacer la derecha izquierdista cada vez que ponen el ojo en algún recurso fiscal de los pocos que van quedando.
La vida no es justa, repiten como loros en Chile , los jefes de las oficinas, frente a cualquier reclamo de los empleados y deben tener razón porque estos crímenes horribles de las desapariciones luego de la detención, siguen sin resolverse , como la de Abel Vilches, que vivió y murió luchando por un futuro mejor para sus 5 hijos, para que no tuvieran que vivir en campamentos , como en el que su familia vivía por aquel entonces , el «Campamento salvador Allende » que nació de una toma de terrenos por pobladores sin casa en la turística Viña del mar donde Abel era un dirigente social reconocido y querido ,
Como María Isabel Gutiérrez, que con su corazón de Asistente Social consciente, abrazó la causa de la revolución , Ricardo Villar, que no quiso ser el » universitario perfecto» y prefirió en cambio organizar estudiantes contra la dictadura que asolaba Chile ,Fabian Ibarra, Sonia Ríos y Carlos Rioseco que buscaron refugio en Valparaíso luego del golpe, ya que eran del MIR en Concepción y Los Ángeles y la dictadura buscaba aniquilarlos, lo que finalmente consiguió. ,Alfredo García también Asistente Social consciente que si hubiera querido ser actor de cine , con pinta de galán , no hubiera tenido ninguna dificultad y prefirió el guion de combatiente contra una dictadura que le había quitado el país digno y limpio donde quería ver crecer a su hijo recién nacido
Horacio Carabantes también era un mirista emigrado de su zona debido a la persecución de la dictadura, llegando desde la Serena a Valparaíso, donde fue apresado con su compañera Liliana embarazada de mellizas a las que la dictadura forzó a vivir antes de tiempo en el hospital naval, induciendo el parto , solo para hacer desaparecer luego a su padre.
Estos crímenes siguen impunes este verano del 2015, en pleno futuro, a 40 años de ocurridos, y no parecen dolerle a nadie, al menos a nadie con poder, en el Chile postmoderno, que aprendió a vivir sin respirar, en medio de la basura.
Que impresentable para la historia de la humanidad que la misma Bachelet, hoy presidenta de Chile , que los vio ser torturados en la Villa Grimaldi, antes de desaparecer para siempre, en algún helicóptero militar, sea incapaz de usar su poder y los recursos del estado de Chile, para recuperar sus cuerpos, castigar a sus ejecutores, reivindicarlos como los combatientes heroicos que fueron , reparar en sus familias el daño sufrido a manos del terrorismo estatal chileno y no darles migajas como ha ocurrido hasta ahora y por el contrario prefiera jugar el juego fútil del «estadista» que aplaudido por sus amos de los grupos económicos , que además le financian cada campaña electoral que necesite, ocupa su cargo para sacar prebendas personales o para consolidar económicamente a sus parientes en vez de ocupar esa cuota de poder en reparar las injusticias de las que fue además testigo directo.
Difícil que la justicia se imponga en el Chile postmoderno y negociante, pese a ello nuestros amigos y compañeros, ya vencieron al tiempo y las debilidades humanas y quedaron incrustados como estrellas por una eternidad en la negra noche de la dictadura, para mostrarnos que lo más alto del hombre y la mujer es su capacidad de luchar por un mundo mejor.
Patricio De la Fuente
Ex preso político 1975 Regimiento Maipo-Silva Palma-Cárcel de Valparaíso
De viaje por la vida y el universo 