Funa a los quincheritos

El viaje a casa para las fiestas del 18, en el tren hermoso que hace el servicio entre Chillan y Santiago, transcurría placido mientras el campo chileno que es una maravilla verde  , contra un fondo de cordillera blanca , invitaba a relajarse atento al  audífono cómplice que ponía el complemento perfecto de Silvio rodriguez y su oh, melancolía.

Hasta ahí todo bien, hasta que se suben en Talca la flor y nata del folclor chileno, si , no hablo de Violeta Parra, que para los que aun no se  enteran esta muerta y además se hubiera subido en Chillan, mas cerca de Parral  ( ya pues , retomemos el hilo de la historia dijo el alemán) , no , nada menos que los quincheritos, en grupo de a cinco con guitarras y panderos  y con cara de eztrella de telenovela , buscando la mirada de reconocimiento de su publico.

Ahí se me  empezó  a agriar el viaje, pero, apelando a que son hartos los días de fiesta por delante , dijeme, calma , no interesa pelear con los payasos del circo de Pinochet , probablemente ahora digan que nunca supieron nada de los crímenes de la dictadura si se los enrostro o simplemente dirán que ya no son pinochetistas, quien sabe.

Entonces seguimos escuchando todo el repertorio de mi real player izquierdista y vuelta a mirar la cordillera blanca.

Tenia decidido que no los funaria , ya que mal que mal eran unos tristes payasos que aprovecharon el momento de lucir un poco en la tv durante una dictadura sangrienta, alabando todo lo que hiciera el dictador y poniendo la cortina musical para que no se sintieran los gritos de los torturados en los cuarteles , pero igual no los convertía en ejecutores de crímenes, en fin, probablemente blandura vejete.

Pero, que les han dicho , vamos entrando a la estación central y como siempre me adelanto para ser de los primeros en bajar del tren para poder llegar a mi combinación de bus a viña , que por motivos oscuros siempre coloco en peligrosa cercanía de tiempo con la llegada del tren a Santiago, es decir el tren se retrasa un poco o tengo demora en bajarme y puedo terminar corriendo en vano  al terminal de buses solo para  encontrarme que mi bus ya va rumbo a viña y hay 500.000 santiaguinos intentando abandonar Santiago como si fuera el hundimiento del titanic, peleándose los pasajes de buses.

Pero al pararme del asiento veo que los quincheritos me ganaron el quien vive y están los cinco con sus guitarritas en el pasillo primeros en la fila para bajar .

Hasta ahí llego mi animo conciliador, empiezo a empujar , pidiendo permiso como caballero, me miran indignados, hasta que el primero de la fila , el mas listo de los quincheritos , me pregunta:

¿Ud. Estaba en la cola? Manera sutil de reprenderme, con su cara de pastel empolvado.

Claro , pero en la cola de los torturados de Pinochet , le respondí .y ahí quedo la pelota. Quincheros diciendo que era un roto, el roto respondiéndoles que si no hubieran sido los payasos de Pinochet mientras su dictadura torturaba y mataba chilenos, talves los respetaría.

Entonces surge el argumento del odio: ud. esta lleno de odio , me dice el hijo de un quinchherito , que ya tendrá 40 años  y no quiere soltar la teta de la marca registrada , entonces o es el representante o es cantante y viaja con ellos .

Ud. no tiene clase, es de esos. ¿De esos de cuales ,de los torturados  por su amigo Pinochet? . No hay odio , pero si a ustedes los hubieran torturado en pelotas  con corriente a los 17 años también estarían molestos.

A esta altura los dimes y diretes eran masivos entre los 5 quincheritos y este servidor , habiéndose agolpado la gente del resto del carro detrás de ellos , ya que se acercaba el momento de la parada del tren , ahí entra a mediar la inspectora que como señorita de campo señala que en el tren van niños y que lo  mejor es bajar la voz.

Bueno , el que estos defendieron y protegieron  con su circo también torturo niños , atine a decirle.

El cierre de bronce fue : ¿y porque nos dice esto a nosotros? dígale a los que  hicieron eso, no a nosotros. Mi respuesta fue:  se lo he dicho  donde quiera que me los encuentro ,pero se hacen los sordos y no entregan los cuerpos de los amigos desaparecidos tampoco, se lo dije a la mathei , que le preguntara a su padre adonde tiraron los cuerpos de los desaparecidos .

A esa respuesta el hijo del quinchero me dice :¿ y que le dijo  la sra mathei? , porque ella es una señora, dicho con un convencimiento y un respeto por la sra que me hacia sonreir.

Bueno a ella se lo dije y le pedí que entregaran los cuerpos de los muertos, y su respuesta fue “ vayase a la concha de su madre ” y eso que le preguntaba por cuerpos nomas, eso dijo su señora matheei , lo que esta clatro es que ahora son todos inocentes , nadie  sabia nada . Apuesto que este caballero sabia donde estaba la villa Grimaldi pero no le interesaba lo que pasaba , le espeté señalando  al mas cercano que era el quincherito cara de plato.

La respuesta fue el silencio. , bueno y me baje del tren , sintiéndome un roto con suerte de haberme descargado contra los quincheritos ilustres exponentes de nuestro folclor patronal.

Solo lamento no haberles dicho que su música apesta tanto como los crímenes de su amigo Pinochet, esta claro que mi rapidez mental ya no es lo que era.

Una funa mas de :  no se como lo llamaremos, ya se , el funero viajero.

Ah: me olvidaba, mi salida final fue , les deseo que vivan 115 años y no les de alzheimer para que se acuerden de las estupideces que decían alabando a Pinochet  durante la dictadura.

No escuche ninguna brillantez por respuesta, mas bien fue : que roto.

Feliz dieciocho. Viva Chile Mierda , No suena tan bien como el Patria o muerte , pero es algo.

Un abrazo

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